El estracto de maracuyá (obtenido al prensar la pulpa o procesarla) es con frecuencia demasiado espeso para beberlo directamente; lo habitual es combinarlo con zumos de otras frutas, yogur, leche o simplemente agua. Su elevado contenido en azúcares hace innecesario utilizar edulcorante.
La pulpa puede utilizarse para la confección de mermeladas; es recomendable para este caso no desechar las semillas, pues su contenido de pectina ayuda a la gelificación del producto. La cáscara es también rica en pectina, pero no resulta necesaria si las semillas se emplean.
Tanto el zumo como la pulpa pueden congelarse sin problemas; si bien el proceso afecta a la textura de la fruta, el sabor se conserva sin cambios apreciables hasta un año.
domingo, 30 de agosto de 2009
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